Hace menos de un año que una tarde cualquiera en Igeneris, me llevaron a una sala de reuniones y me contaron que empezábamos una colaboración con SeedRocket, que a la vez iba a ser partner de aceleración en Campus Madrid de Google.
El trabajo en Igeneris es muy divertido. Como intraemprendedores, se ayuda a grandes empresas a crecer a través de la generación e implantación de modelos de negocio disruptivos. Y cuando me propusieron irme a Campus Madrid para ser Manager de SeedRocket, ¡me pareció una oportunidad que había que coger!
Y así hice y ha sido una experiencia increíble en la que he aprendido muchísimo. Y ahora que empiezo una nueva aventura uniéndome al equipo de CartoDB, quería despedirme compartiendo las 3 cosas que más me han marcado en este tiempo:
- Se puede triunfar y ser humilde al mismo tiempo. Y no como caso aislado, creo que es lo que une a todos los mentores de SeedRocket porque en lo demás cada uno es de su padre y de su madre. Me sorprendió cuando fui a Barcelona hace un año, todavía un poco perdido, y en una cena con todos ellos llevaba un rato hablando con alguno que me parecía completamente normal (en el sentido de no tener ninguna pretensión) y alguien se acercaba y me decía que era el CEO y fundador de esa o aquella otra empresa, todas ellas entre las .com más conocidas de España.
Esto marca todo el estilo SeedRocket: las charlas de los Campus de Emprendedores se rigen por el “no bullshit” (se viene a contar experiencias reales y útiles, no banalidades) y las sesiones de mentoring desde el “been there, done that” que es el mentoring que de verdad aporta valor (y si no tienen ni idea de cómo ayudarte, pues te lo dicen tranquilamente, pero casi seguro te ponen en ese mismo momento un mail con alguien que sí que puede).
- Ideas buenas hay muchas, pero equipos buenos no tantos. Cuando empecé en SeedRocket pensaba que para invertir, los mentores hacían análisis financieros de cada startup y se pensaban mil y una veces dónde ponían su dinero. Cuando en mi primer viaje a Barcelona aluciné viendo cómo en cuestión de minutos casi todos decidían invertir en una de las startups; Jorge Blasco, que estaba sentando enfrente de mí, me dijo: “Una idea similar a esta pasó hace un par de años por SeedRocket y no le hicimos caso. Pero no es que no se trata de si la idea es buena o mala, es que sé que si invierto mi dinero en este proyecto y no sale adelante, este es el tipo de emprendedor que se levanta del suelo y te construye otra cosa nueva”. Y efectivamente este tipo de emprendedores que he conocido en su día a día hacen de su startup su vida y no dejan pasar ninguna oportunidad y le echan cara a todo pero les sale bien porque consiguen velocidad y eso atrae a más velocidad para sus proyectos. Y esto me lleva al tercer punto…
- Hay personas que venden y hay personas que comparten su visión. No soy un experto en ventas [todavía :)] pero cuando escuché a Gonzalo Castellano de Saluspot empezar su charla diciendo que cuando la terminaba el público siempre se dividía entre los que querían darle un abrazo y los que le tenían por hijo de p***, entendí que las ventas tenían un punto de agresividad y adrenalina al que hay que hacer frente. En la siguiente edición del Campus, Diego Ballesteros me confirmó esta visión hablando de artículos como el “Si no vas… No has ido y si no llamas… No has llamado” y su experiencia de ventas en SinDelantal. Pero a todo esto le tengo que añadir todos los emprendedores que he conocido en estos meses y que me han contado sus proyectos de startups… Y al final me he dado cuenta de que los que mejor se venden son los que hablan cómo si no lo estuvieran haciendo. Sólo te hacen partícipes de su visión y consiguen hacer que tú quieras formar parte de ella.
Y hasta aquí mi experiencia. Creo que lugares como Campus Madrid y las personas que están sacándolo adelante hacen posible que pasen cosas muy interesantes en todo este ecosistema y que vayan a seguir pasando, cada vez a mayor escala (¡a comernos el mundo y no sólo España!)
Quería despedirme dando las gracias a todos los mentores de SeedRocket por su buena predisposición siempre que les he contactado y por el tiempo liberado (que no libre) que dedican a este gran proyecto. En especial a Iñaki Arrola (ha sido un lujo tenerte cerca y aprender de ti en este tiempo) y a Kasia (que haces que todo sea más fácil y posible).
Voy a echar todo esto de menos, ¡me lo he pasado muy muy bien!