4 historias inspiradoras de mujeres emprendedoras en startups TIC en España
Ser emprendedora tiene mucho de aventura y también de aprendizaje a golpe de realidad. Sabemos que cada persona que decide lanzar su propio proyecto enfrenta retos distintos, y en SeedRocket nos gusta escuchar directamente estas historias para aprender de ellas y compartirlas. Especialmente cuando se trata de mujeres emprendedoras que, con su visión y esfuerzo, están marcando la diferencia en el ecosistema startup.
Así que, con ocasión del Día de la Mujer Emprendedora, hablamos con cuatro mujeres del ecosistema para que nos cuenten, sin filtros, cómo ha sido su camino en el mundo startup. Laura Martínez, cofundadora de The Hotels Network; Laura Montells, cofundadora de Metricool; Andrea Barber, cofundadora de RatedPower, y María Martínez, cofundadora y CEO de Laconicum.
Cada una de estas mujeres emprendedoras nos abre una ventana a su historia: sus comienzos, los desafíos inesperados y las decisiones que marcaron sus trayectorias. Desde sus recomendaciones para futuras emprendedoras hasta alguna anécdota divertida, sus respuestas muestran la realidad de emprender en sus propias palabras.
Esperamos que estas historias sean una buena referencia, una dosis de inspiración o, al menos, un recordatorio de que no estamos solas en el camino.
¿Por qué emprender?
Laura Martínez encontró su camino hacia el emprendimiento casi por evolución natural. Tras varios años trabajando en marketing, decidió embarcarse en la creación de una agencia, un primer paso que la llevaría a cofundar The Hotels Network. «La agencia iba bien, pero no era escalable como una startup», comenta Laura, quien pronto decidió explorar nuevas opciones en el ámbito tecnológico.
Para Laura Montells, el impulso de emprender surgió de una necesidad percibida en su entorno. Como creadora de contenido y madre bloguera, conectó con otras madres que también buscaban crecer en sus proyectos, pero se sentían desbordadas por la falta de herramientas accesibles para gestionar sus métricas. Así nació Metricool, una plataforma que facilita el análisis y gestión de redes sociales para creadores y empresas.
Por otro lado, Andrea se sintió atraída desde pequeña por el emprendimiento. Aunque no provenía de una familia de emprendedores, siempre tuvo curiosidad por crear algo propio. Junto a sus cofundadores, lanzó RatedPower con la misión de automatizar procesos en la industria solar y contribuir a la transición energética, desarrollando un software que ahora facilita la expansión de la energía solar.
María, cofundadora de Laconicum, comenzó su carrera en el mundo digital a los 20 años, cuando el boom de las «.com» comenzaba a desinflarse. A lo largo de su carrera, ha sido programadora y ha trabajado en varios proyectos, hasta cofundar su propia startup de viajes, Iwannagothere.com. Aunque la startup tuvo un buen arranque, finalmente no logró rentabilizarse. Tras cerrar esa etapa, en 2011 María lanzó Laconicum, un ecommerce de cosmética independiente, con un enfoque fresco y personal, ofreciendo productos de alta calidad de marcas emergentes.
Desafíos en el camino como mujeres emprendedoras
Cada una de estas mujeres emprendedoras ha enfrentado desafíos importantes. Para Laura Martínez, uno de los momentos más duros fue adaptarse al crecimiento de su empresa. «He pasado de hacer todo a delegar, motivar y diseñar estructuras de onboarding«, comenta. Además, superar la pandemia fue clave para The Hotels Network, ya que el sector hotelero fue uno de los más afectados. A pesar de esto, el equipo mantuvo su motivación, lanzando nuevas herramientas para ayudar a los hoteles a adaptarse al cambio.
Laura Montells destaca el reto de monetizar Metricool. Empezaron con un modelo gratuito y luego pasaron a un modelo freemium, lo cual fue fundamental para su crecimiento. Además, decidieron no buscar inversión externa y, en su lugar, optaron por el bootstrapping, financiándose ellos mismos hasta poder contratar a su primer equipo. Hoy, Metricool cuenta con un equipo de 100 personas y ha alcanzado los 17 millones de euros de ingresos recurrentes anuales.
Por otra parte, aunque la trayectoria de Andrea ha sido positiva, no fue fácil encontrar redes de apoyo femenino en sus comienzos, especialmente en el ecosistema de startups y en los sectores de energía e ingeniería. Sin embargo, con el tiempo ha logrado crear conexiones con otras mujeres emprendedoras, lo que considera esencial para enfrentar los desafíos propios del emprendimiento.
María también ha experimentado tanto altibajos como emprendedora. «En 12-15 años ha habido días buenos y otros no tan buenos», comenta, «pero cuando eres emprendedora, aprendes a levantarte y reenamorarte de tu proyecto». María destaca que, aunque puede ser difícil y que algunos días parecen insuperables, el hecho de tener un proyecto propio le da más libertad y seguridad que trabajar para una gran empresa.
Consejos para otras mujeres emprendedoras
Como consejos para quienes desean abrirse camino en el mundo de las startups, Laura Martínez recomienda rodearse de un buen equipo y una red de personas de confianza con quienes compartir ideas y aprender.
Andrea aconseja compartir la idea desde el inicio y validar su viabilidad con posibles clientes. «La dificultad real está en la ejecución», comenta, y recomienda contar con una base tecnológica sólida para permitir un crecimiento sostenido. Asimismo, recomienda buscar programas de aceleración para acceder a herramientas y redes de apoyo que pueden ser cruciales en las primeras etapas.
Laura Montells destaca la importancia de encontrar un propósito claro y un ritmo propio. «Ser auténtica y cuidar al equipo es fundamental. Emprender no es una carrera de velocidad, sino una maratón que hay que disfrutar», afirma, recordando que el éxito es una suma de pequeños logros.
¿Qué le dirías a tu yo del pasado?
María le diría a su yo del pasado que «nada es para tanto», recordando que muchas veces, los problemas que parecen insuperables en el momento se ven con una perspectiva diferente con el tiempo. A las nuevas emprendedoras, les aconseja relativizar y disfrutar del proceso. «Vendemos cremas, no operamos a corazón abierto», dice, aplicando su propia máxima en Laconicum.
Andrea, por su parte, si pudiese viajar al momento en que empezó su carrera como mujer emprendedora se diría: «Confía en tu intuición y en tu equipo; nadie conoce tu proyecto mejor que tú. Es natural que todos tengan opiniones sobre cómo harían las cosas, y escuchar esas perspectivas es valioso. Sin embargo, recuerda que tú tienes la visión y la información necesarias para tomar decisiones con fundamento», afirma. «A menudo tendemos a cuestionarnos demasiado, pero, con el tiempo, he aprendido que cada decisión y cada riesgo asumido han valido la pena».
Laura Montells le aconsejaría que confíe en la visión y que disfrute del camino. «Cada desafío es una oportunidad para crecer y cada pequeño logro cuenta. Mantenerse fiel a los valores y saber que el éxito es el resultado de la suma de esos pasos constantes es la clave», comenta.
Laura Martínez tiene muy claro qué le recomendaría a la Laura de hace unos años: «Efectivamente, como tú ya sabías, sí que puedes. El camino será largo, y será duro, pero merecerá la pena. Y disfruta de cada día, el camino en sí es el que merece la pena, y lo que aprendes en él, será maravilloso». Una parte de Laura genuinamente sabía que podría lograr lo que se propusiera y, con el tiempo, así ha sido.
Igualdad de género en el emprendimiento
Aunque cada vez hay más mujeres emprendedoras en el ecosistema, aún existen barreras.
Laura Montells reconoce que sectores como la tecnología todavía carecen de referentes femeninos, pero celebra el aumento de apoyo entre mujeres. «Hay ciertos prejuicios y expectativas que pueden hacer el camino más complicado. Sin embargo, también creo que el apoyo entre mujeres emprendedoras está creciendo, y eso es algo positivo. Cuanto más visibles seamos en el emprendimiento, más inspiraremos a otras mujeres a lanzarse. Ocurre algo parecido con las mujeres en tecnología, hay muy pocos referentes y es muy importante darles visibilidad para que las niñas de hoy quieran estudiar mañana carreras como ingeniería informática».
Andrea menciona la disparidad en la financiación que reciben las startups lideradas por mujeres. En 2023, las startups femeninas recibieron solo el 1,6 % del capital de riesgo en Europa y el 2,1 % en Estados Unidos, una cifra que pone de relieve la importancia de aumentar la visibilidad de las mujeres emprendedoras y apoyar el emprendimiento femenino para que más mujeres se lancen a crear sus propias empresas.
«Sin embargo, parte de esta diferencia se debe a que la mayoría de los VCs y Business Angels son hombres, lo que influye en el tipo de preguntas que se nos hace, muchas veces centradas en la mitigación de riesgos en lugar del potencial de crecimiento, una diferencia notable en comparación con los hombres. Para reducir esta brecha, el cambio debe comenzar por diversificar el propio ecosistema de inversión».
Aun así, afirma que ha tenido una experiencia laboral muy positiva, tanto en su etapa previa como en el emprendimiento. «Creo firmemente que la diversidad no es solo una cuestión de justicia social, sino que también es sinónimo de calidad y para nosotros, una ventaja competitiva», dice.
María, por su parte, no cree que las mujeres tengan necesariamente más dificultades para emprender, pero sí observa que culturalmente a las mujeres a menudo les cuesta más dar el salto debido a miedos o la necesidad de tener todo bajo control. Sin embargo, asegura que hay muchas mujeres que están logrando un éxito increíble y que, sin duda, merecen más visibilidad.
En sintonía con esto, Laura Martínez considera que emprender es igual de difícil para los dos géneros. «No penséis que los hombres lo tienen más fácil. Lo que sucede es que ellos, de algún modo, se arman de valor y van a por ello. Tú también puedes, piensa cuál será tu estrategia; no tienes que hacerlo exactamente igual que ellos para triunfar, pero recuerda que tienes las mismas opciones que ellos».
Adaptarse y seguir adelante: una anécdota de perseverancia
Las anécdotas de estas emprendedoras también destacan su capacidad de adaptarse y seguir adelante. En The Hotels Network, por ejemplo, en lugar de reducir operaciones durante la pandemia, el equipo decidió lanzar un producto de benchmarking para ayudar a los hoteles a adaptarse al cambio.
En Metricool, la evolución de la herramienta fue guiada por las necesidades de sus usuarios, lo que llevó a la plataforma a enfocarse en agencias y community managers.
Por otra parte, Andrea nos explica que muchas startups en el sector de la energía e ingeniería le han contactado preguntando cómo logran tener tantas mujeres en posiciones ejecutivas en la empresa (alrededor del 50%). «Lo interesante es que, aunque siempre procuramos incluir al menos a algunas mujeres en cada proceso de selección —incluso si eso implica buscar un poco más a fondo—, nunca hemos tenido que imponer cuotas; el resultado ha sido algo natural y orgánico».
En Laconicum, María y su socia vivieron una anécdota divertida cuando el personal de un banco no creía que ellas fueran las administradoras de la empresa. También recuerdan con humor su experiencia negociando el alquiler con un propietario que, asumiendo que por ser mujeres no sabían qué era el IPC, se lo explicó de manera muy detallada. A pesar de estas pequeñas dificultades, la mayoría de sus experiencias han sido muy positivas.
Las historias de Laura Martínez, Andrea, Laura Montells y María nos demuestran que, aunque el camino emprendedor está lleno de retos, también está lleno de oportunidades para innovar y marcar una diferencia.
Sus experiencias ofrecen una guía para futuras mujeres emprendedoras que desean hacer de sus ideas una realidad, recordándonos que cada paso cuenta y que el apoyo mutuo siempre ha sido y será un factor clave en el éxito.